Los vehículos con motores diésel han ido ganando terreno a los de gasolina durante los últimos años debido a sus múltiples ventajas: son menos contaminantes porque expulsan menos dióxido de carbono y además resultan más eficientes porque gastan menos combustible que los motores de gasolina.

Motores diésel, el precio de la tecnología.

El hecho de que un motor diésel consuma menos que un motor de gasolina, no significa que el coche vaya a resultar más barato al conductor a lo largo de toda su vida útil, ni mucho menos.

Los motores diésel más modernos, como los de filtro de partículas o inyección directa, pueden convertirse en un auténtico quebradero de cabeza si se estropean.

Al incluir tantas soluciones tecnológicas en su funcionamiento, el arreglo de las averías de este tipo de motores suelen conllevar un coste bastante elevado.

7 consejos para un correcto mantenimiento del motor.

Para prevenir las averías de tu motor diésel y ahorrarte sustos innecesarios en el futuro, te recomendamos que sigas con atención los siguientes consejos:

1- No agotes el depósito de gasoil.

Acude a una estación de servicio cuando el depósito de tu coche esté al 25% de su capacidad. Si circulas con menos carburante, la suciedad del mismo se quedará acumulada en el fondo y existe el riesgo de que las impurezas pasen al sistema de alimentación.

Si la bomba del depósito queda dañada la reparación puede costar más de 120 euros, y si el sistema de inyección queda afectado la broma puede salir por más de 600 euros.

2- Vigila las revoluciones del motor diésel.

No aceleres sin reducir la marcha ni circules por debajo de 2,000 revoluciones por minuto, ya que el motor sufrirá mayor desgaste y además la válvula EGR te durará menos al generarse más carbonilla en la combustión.

3- Controla el filtro.

Es necesario limpiar el filtro cada cierto tiempo para que la humedad del combustible no pase al sistema de inyección dañándolo.

Así mismo, es importante estar pendiente de cambiar el filtro cada 60.000 kilómetros como máximo. De esta forma evitarás que las impurezas del gasoil dañen los inyectores o la bomba de inyección.

4- Mide los niveles de aceite de forma periódica.

Mide una vez al mes el nivel de aceite con el coche en frío y en una superficie sin cuestas; si se encuentra por debajo del mínimo debes rellenarlo con el mismo tipo de aceite que echaste la última vez, y si está por encima del máximo procura ir cuanto antes a una gasolinera para solventar el problema.

Si no hay niveles suficientes de aceite es más que probable que el motor y el turbo sufran averías muy costosas, por encima de los 1.000 euros. Sin embargo, llevar un nivel de aceite superior al recomendado también puede dañar el turbo ejerciendo demasiada presión sobre él.

5- Ojo con los depósitos de las estaciones de servicio.

Si observas que acaban de rellenar el tanque de combustible de la gasolinera evita repostar en él. Debe pasar por lo menos una hora después de haber sido rellenados ya que, de lo contrario, entrarán impurezas a tu vehículo que pueden llegar hasta el sistema de inyección dejándolo seriamente dañado.

6- Evita detener el coche inmediatamente después de subir un puerto o circular por autopista.

Espera al menos 1 minuto antes de parar tras haber circulado por autopista o un puerto, ya que el aceite caliente de la turbina puede quemarse y generar una avería en el turbo de más de 800 euros.

7- Cumple con lo indicado en el plan de mantenimiento

Debes respetar los periodos de las revisiones que vienen indicados por el fabricante en el libro de mantenimiento de tu vehículo, así como los repuestos y el tipo de aceite que debes utilizar.

Acude únicamente a los centros profesionales que respeten las especificaciones de los fabricantes para cada modelo de coche.

En Midas te ofrecemos dos tipos de revisiones, adaptándonos a tus necesidades, para garantizar el correcto mantenimiento del motor.

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