La llegada del buen tiempo es el pistoletazo que da comienzo a la temporada ciclista y aumentan las salidas a carretera tanto de profesionales que buscan el asfalto para entrenar, ya sea de forma colectiva o individual, como de los amantes de las dos ruedas que lo que quieren es disfrutar de la sensación de pedalear en plena naturaleza. En España existe una gran afición al ciclismo y, por eso, en este post del Blog de Midas te contamos todo lo necesario para hacer de la carretera un espacio seguro para todos.

 

¿Cuáles son los gestos de los ciclistas a los que debemos prestar atención?

Ante la ausencia de intermitentes u otros elementos para señalizar las intenciones de los ciclistas a bordo de la bicicleta, éstos utilizan sus brazos para avisar al resto de conductores de sus movimientos en la calzada. Estos gestos deben realizarse con antelación para garantizar el tiempo de reacción suficiente, dando margen para la gestión de los posibles cambios en la ruta sin comprometer su seguridad ni la del resto de vehículos.

Estos son los cuatro gestos básicos y universales con los que los ciclistas anticipan sus movimientos:

  • Brazo derecho extendido hacia la derecha indica que va a realizar un giro o va a tomar una salida la derecha.
  • Brazo izquierdo extendido hacia la izquierda indica que va a realizar un giro o va a tomar una salida a la izquierda.
  • Brazo extendido hacia abajo con movimientos cortos de arriba abajo indica que está aminorando la velocidad.
  • Mano izquierda abierta con el brazo flexionado a la altura de la cabeza indica que se va a detener.

 

Un pequeño recuerdo de las normas de circulación…

La “carrocería” de los ciclistas es su propio cuerpo por lo que los conductores de vehículos de motor deben extremar las precauciones cuando se cruzan con una bicicleta en la carretera. Por ello, es vital que tanto coches como bicis respeten las normas de circulación que hacen referencia a la convivencia de ambos en la carretera:

  • Mantener al menos 1,5m de separación entre coche y bici en los adelantamientos evitará situaciones que pongan en peligro al ciclista al sentir demasiado cerca al vehículo, que puede ponerse nervioso y perder la concentración y el control de la bicicleta.
  • El ciclista debe contribuir al adelantamiento colocándose lo más pegado posible al arcén dejando así un mayor espacio entre él y el vehículo. Esto hará que la acción se lleve a cabo de manera ágil, rápida y segura para todos.
  • El vehículo debe reducir la velocidad al aproximarse al ciclista durante la maniobra de adelantamiento para evitar crear una corriente de aire fuerte que ponga en riesgo su estabilidad.
  • El ciclista no debe superar los 45 km/h, ya que una velocidad mayor pondrá en riesgo su propia integridad reduciendo de forma considerable su capacidad de reacción ante cualquier imprevisto en la calzada.
  • Los ciclistas solo tienen prioridad de paso frente al resto de vehículos cuando circulan por un carril bici, por un paso de ciclistas o por un arcén señalizado. En el resto de situaciones la prioridad vendrá marcada por las señales de la vía.
  • Siempre que la visibilidad de la carretera lo permita, los ciclistas pueden circular en filas de dos personas sin bloquear el paso o el flujo del resto de vehículos.

 

Juntos hacemos de la carretera un espacio seguro para todos

Es responsabilidad de todos (ciclistas y conductores) hacer de las carreteras un espacio seguro. La toma de consciencia de unos y otros para hacerlo posible es vital para erradicar situaciones que pongan en peligro la práctica deportiva.

Debemos tener siempre presente la vulnerabilidad de los ciclistas frente a los vehículos de motor, haciendo posible una convivencia marcada por la generosidad y la responsabilidad al volante.

 

 

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