6 consejos para conducir en invierno

6 consejos para conducir en invierno

A lo largo del año, conducimos nuestro vehículo en multitud de condiciones dependiendo de cuándo y dónde nos encontremos. El invierno es una de las épocas con el clima más adverso, lo que en muchas ocasiones complica la conducción. Es por ello que hoy os traemos 6 consejos para conducir en invierno de forma segura.

Mantenimiento

A lo largo del año, es fundamental llevar a cabo un correcto mantenimiento de nuestro vehículo, sin embargo, durante las épocas de frío debemos ser más precavidos y poner un mayor énfasis en revisar ciertas partes del coche. Para garantizar la adecuada conducción durante el invierno, debemos revisar todos los elementos que componen el vehículo tales como: baterías, niveles de refrigerante, aceite, limpiaparabrisas, frenos, neumáticos, sistema hidráulico, dirección… etc. A través de una inspección en cualquiera de los talleres Midas, conseguiremos detectar averías de una manera temprana y así poder evitar posibles accidentes o averías mucho más graves. Además, en invierno la nieve y el granizo pueden congelar nuestro aceite o los niveles de otros sistemas del vehículo, por lo que también deberemos estar atentos a que los niveles de los líquidos no se hayan congelado y se encuentren en las medidas correctas.

Arranque

Una vez que entramos al vehículo, debemos tener paciencia a la hora de arrancarlo. Es muy frecuente a la hora de conducir en invierno, forzar el coche si no arranca a la primera e intentar encenderlo a la mayor brevedad posible. Sin embargo, debemos tratar con cariño a nuestro vehículo e intentar arrancar con suavidad y sin forzar el motor de arranque. Si prolongamos durante mucho tiempo una mala arrancada, podríamos romper o desgastar el motor de arranque, o incluso tener problemas con la batería. Una vez arrancado el vehículo, debemos dejar que se caliente y si es posible esperar unos minutos con el coche al ralentí para que este coja temperatura. Siguiendo estos sencillos pasos nos evitaremos una visita al taller y podremos prolongar la vida útil tanto de nuestros vehículos como de sus componentes durante muchos inviernos.

Ropa

Pese al frío que experimentamos en esta época, no es aconsejable la conducción en invierno con muchas prendas de abrigo o incluso con guantes. Conducir con ropa de abrigo puede suponer un peligro tanto para ti como para las personas que te rodean. Cuantas más capas de ropa llevemos, menor será nuestra capacidad para maniobrar y peor responderemos ante las injerencias de la carretera. Pese a que no está prohibido como tal tras la aprobación de la nueva ley de tráfico de diciembre de 2021, si algún agente considerase que el abrigo puede dificultar la conducción, podría suponer una multa que rondaría de los 100 a 200 euros.

Conducción defensiva

Como todas las precauciones son pocas, durante el invierno debemos aumentar nuestra atención al volante. Uno de los consejos que más accidentes pueden evitar es mantener una distancia de seguridad preventiva. De este modo, podremos anticipar los peligros que se sucedan en la carretera y contar con una mayor capacidad de reacción. Los frenos también son nuestros aliados a la hora de conducir en invierno, por lo que deberemos tratarlos con suavidad para mantener su correcto funcionamiento. Si usamos los frenos de una manera más brusca podemos sobrecalentarnos y restarles eficiencia, algo que nos pone en peligro ante potenciales situaciones de emergencia. El uso de marchas largas, en caso de que nuestro vehículo sea manual, nos puede proporcionar un mayor control del vehículo y evitar así que nuestro vehículo patine o perdamos el control del mismo.

Neumáticos de nieve o cadenas

Dependiendo de la zona en donde vivamos, deberemos equipar nuestro vehículo con los extras necesarios para garantizar una correcta conducción durante el invierno. El uso de neumáticos de nieve en ciertas zonas montañosas o áreas geográficas más propensas a la nieve es un recurso indispensable, y en algunos casos obligatorios. Los neumáticos de nieve nos aportan mayor adherencia con el asfalto y nos permiten que nuestro vehículo funcione de una mejor manera. El uso de las cadenas nos aporta las mismas características que los neumáticos de invierno, con el plus de que las cadenas son fáciles de transportar y podemos montarlas dónde y cuándo deseemos. Debemos de tener en cuenta, además, que ambos elementos son de obligatorio uso siempre y cuando el conductor se dirija hacia zonas de montaña o lugares en los que hay presencia de nieve.

Elementos imprescindibles

Siempre y cuando sepamos que nos trasladaremos hacia zonas de mucho frío, debemos de ser previsores y llevar ciertos elementos que nos podrán ayudar en caso de alguna incidencia con nuestro vehículo. Nuestra propuesta es que siempre que podáis, llevéis en el maletero de vuestro coche una bolsa con ropa, calzado de invierno y una manta, ya que en caso de fuerte nevada o hielo podamos tener ropa de cambio para mantener la temperatura corporal y no quedarnos mojados. Otros elementos que recomendamos llevar siempre que vayamos a conducir en invierno son la comida y bebida, para que de esta manera podamos estar seguros y protegidos esperando la ayuda que necesitemos en todo momento. Para acabar, contar con un cargador de teléfono/batería portátil nos puede sacar de un apuro. En caso de meteorología extrema, contar con batería en nuestro teléfono nos puede ayudar a contactar con las autoridades y recibir la ayuda necesaria en todo momento.

Desde Midas, creemos que hay muchas maneras para mejorar la conducción en invierno, pero estas son algunas de las más importantes. Con estos consejos os animamos a que toméis precaución a la hora de conducir durante el invierno y que podáis evitar un costoso paso por el taller o algún inconveniente en la carreta.

tipos de conduccion en invierno

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Coches de más de 10 años, los abuelos de la carretera

Coches de más de 10 años, los abuelos de la carretera

En los últimos años, el parque automovilístico español se ha visto altamente afectado, y es que la edad media de los vehículos es cada vez más elevada. Según los últimos datos ofrecidos por ANFAC, el 57% de los coches españoles tienen más de 10 años, una cifra que no deja de crecer.

Este tipo de vehículos suelen caracterizarse por un número mayor de averías (dependiendo de la calidad y modelo), y por un gasto elevado en mantenimiento. Los automóviles antiguos tienen, por tanto, que tener en cuenta una serie de aspectos para garantizar una mejor vida:

  • Mayor gasto. Según cumplen años, las revisiones y reparaciones son cada vez más habituales. Además, ha de tenerse en cuenta que a partir de los 10 años, la ITV se debe pasar anualmente, lo que supone un gasto adicional para el bolsillo del conductor.
  • Como en cualquier tipo de coche, el desgaste de las ruedas es uno de los asuntos más relevantes a tener en cuenta, ya que de su buen estado depende el agarre de todo el vehículo. Por este motivo es tan importante mantener una correcta presión, y proceder a su cambio cuando el dibujo desciende de 1,6 milímetros.
  • Medidas de seguridad. Aunque en su momento el coche fuese el más avanzado del mercado, lo cierto es que los sistemas de seguridad han avanzado mucho, por lo que, según varios estudios recientes, los coches de más de 10 años suelen tener un índice de siniestralidad mayor que los de, por ejemplo, cuatro años. Las consecuencias de tener un accidente con un vehículo antiguo son peores ya que, por ejemplo, los airbags pueden encontrarse en malas condiciones.
  • Nivel de contaminación. Igual que las medidas de seguridad, las emisiones contaminantes se han ido reduciendo, sobre todo gracias a los avances técnicos aplicados. En el caso de los automóviles antiguos, las emisiones de CO2 suelen ser elevadas.
  • Correa de distribución. Pese a lo que muchos conductores piensan, el cambio de esta pieza no ha de hacerse solo cuando el coche es viejo, sino que, según cada fabricante, debe hacerse o bien, entre los 80.000 y 150.000 km, o cada cinco años, aunque no se haya llegado a los kilómetros. Si, por el contrario, el vehículo tiene cadena de distribución, el mantenimiento es menor, ya que no necesita ser cambiada, siempre que se utilice el aceite correcto.
  • Tipo de seguro. Algunas compañías intentan evitar en la medida de lo posible asegurar a todo riesgo coches viejos, sobre todo debido al nivel de averías que pueden registrar. Por este motivo, te recomendamos mantener tu póliza antigua, así como revisar periódicamente el vehículo para evitar, precisamente, sus averías.

Sea cual sea la edad de nuestro coche, lo cierto es que tendremos que tener un especial mimo en su mantenimiento diario. Solo así conseguiremos que dure el máximo tiempo posible.

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¿Qué son los frenos ABS?

¿Qué son los frenos ABS?

Los frenos ABS son un sistema de frenos antibloqueo que evita que las ruedas patinen y se bloqueen. Esto aporta una gran estabilidad a los vehículos y permite un mejor control del mismo durante la frenada, ya que garantiza un mejor manejo de la dirección.

¿Cuál es el significado de las siglas abs?

La denominación de este sistema de control de frenos proviene del alemán Antiblockiersystem (ABS). Primero fue creado para ser instalado en aviones, aunque después se ha aplicado también a otros vehículos como los camiones, los coches, las motos de alta cilindrada e incluso las bicicletas.

Hace años se incluyó como requisito de serie indispensable para todos los turismos nuevos de la Unión Europea.

Función del sistema de frenos antibloqueo abs.

La principal función de los frenos ABS es que permiten maniobras durante la frenada, evitando muchos accidentes y colisiones.

Por ejemplo, en una frenada de emergencia, el conductor con sistema de frenos antibloqueo podrá seguir manejando su coche, mientras que el conductor de un vehículo sin sistema ABS perderá el control porque las ruedas se bloquearán, evitando cualquier cambio de dirección deseado.

¿Cómo funciona el sistema abs?

Los frenos ABS funcionan de forma automática, ya que las ruedas llevan unos sensores de velocidad que localizan el bloqueo y hacen que la presión de frenado se adapte a las circunstancias del momento. Por tanto, el conductor no necesita levantar en absoluto el pie del freno para que esto funcione.

En momentos de lluvia en la carretera, el sistema antibloqueo es también muy ventajoso para evitar el aquaplaning, pues permite que los neumáticos puedan ir evacuando el agua con el movimiento a través de las estrías de sus dibujos. De esta forma, el comportamiento del vehículo es más independiente de las condiciones de la vía que si no llevara frenos ABS.

Con este sistema también se evita el derrape de los vehículos cuando el conductor pisa el freno a fondo en las curvas.

Para frenar en un vehículo que incorpore ABS hay que presionar con firmeza y fuerza el pedal, a pesar de las vibraciones y ruidos que se generen con la frenada. Si el conductor no pisa el freno de una forma suficientemente consistente correrá el riesgo de que el sistema ABS no funcione. Hay que tener en cuenta que este se activa en cuestión de décimas de segundo.

Diferentes tipos de abs.

Existen distintos tipos de sistemas ABS, según la cantidad de sensores y canales. Por eso pueden encontrarse en los frenos traseros o delanteros. La presencia de canales depende de la existencia de electroválvulas, que regulan la presión del frenado de las ruedas:

  • ABS con 4 canales y 4 sensores– son aquellos sistemas de control de frenos que tienen una o varias electroválvulas para cada rueda, además de un sensor para cada rueda.
  • ABS con 3 canales y 4 sensores,así como sistemas con 3 canales y 3 sensores.

En definitiva, estamos ante un avance de los frenos ABS de hondo calado para la seguridad porque aporta a los vehículos más estabilidad y a los conductores mayor control sobre el coche en situaciones potencialmente peligrosas.

Consulta aquí para conocer más sobre la tecnología de frenos.

¿Cuándo hay que cambiar las escobillas del coche?

Escobillas limpiaparabrisas: Más importantes de lo que piensas.

Las escobillas limpiaparabrisas son un elemento clave en la seguridad del vehículo. Sirven para evitar problemas generados por falta de visibilidad, ayudando a eliminar cualquier residuo que puedan  reducir la visión a través del parabrisas.

Riesgos de unas escobillas en mal estado

Las escobillas no tienen un gran coste en su mantenimiento o sustitución. Sin embargo, puede costarnos muy caro circular con ellas en mal estado, ya que podemos tener un accidente al perder la visibilidad en caso de lluvia, granizo o nieve.

Si estas piezas se encuentran deformadas, rígidas o demasiado sucias nos exponemos a sufrir otro problema: la superficie del parabrisas puede arañarse o deteriorarse.

A continuación te explicamos señales que te ayudan a saber cuando es necesario cambiar las escobillas del coche.

7 Señales que te indican cuándo cambiar las escobillas limpiaparabrisas

Por norma general, las escobillas del coche suelen cambiarse una vez al año. Sin embargo, este periodo puede variar según el uso, el mantenimiento que aplique cada conductor y las condiciones ambientales de los lugares por los que ha circulado el coche.

Por ejemplo, un clima excesivamente seco, en el que hay mucho polvo y suciedad en suspensión, precipita su deterioro.

Escobillas del coche

Pero para entender mejor cuándo hay que cambiar las escobillas del coche, presta atención a los siguientes indicadores.

1- Limpieza de las escobillas.

Como primer paso, antes de comprobar su desgaste real, es importante limpiar las escobillas de vez en cuando. Con un trapo humedecido y un poco de producto limpiacristales, conseguirás que se mantengan en mejores condiciones durante más tiempo.

2- Usa el detector de desgaste.

Algunos modelos de coches tienen un detector de desgaste de las escobillas. Si este es tu caso, puedes dejar de leer este artículo: el coche te avisará automáticamente de que debes cambiar las escobillas. Si no dispones de esta prestación, no te preocupes y sigue leyendo.

3- Al activarlas, generan ruido o sacudidas.

Cuando las escobillas del coche hacen ruido indican una presión excesiva sobre el cristal limpiaparabrisas o un deterioro manifiesto de la goma; ésta suele endurecerse con el paso del tiempo, los cambios de temperatura, o la suciedad del ambiente, produciéndose un desajuste en la posición de la escobilla y el brazo que la sostiene.

4- Las escobillas no limpian bien el cristal.

Si algunas zonas del cristal no quedan limpias por las escobillas es porque el viento levanta parcialmente la escobilla de la superficie. La razón de este funcionamiento incorrecto es que el brazo portaescobillas ha perdido sujeción y no mantiene la presión necesaria. Los manuales del vehículo suelen indicar cómo poner los limpiaparabrisas correctamente para evitar este problema.

5- Dejan estrías a su paso.

Suele ser una señal bastante evidente de que es hora de reponer una o ambas escobillas. Esto suele producirse cuando éstas tienen cortes en la superficie del caucho.

6- Se produce un empañado exterior.

Sucede cuando la goma se inclina a un lado, pero no gira hacia el otro como debería hacerlo.

Este efecto se debe al endurecimiento del caucho de la pieza. Es posible que no estén ejerciendo suficiente presión sobre el cristal o que den saltos al pasar por el mismo.

7- Notas al tacto rugosidades o cortes en la goma.

Si al pasar la mano por la goma de la escobilla del coche notas que tiene algún tipo de fisura o rugosidad, es una señal de que debes sustituir la pieza enseguida.

Si has vivido cualquiera de estas situaciones, sin duda ha llegado el momento de cambiar las escobillas de tu coche.

5 mandamientos para revisar el coche en el 2017

5 mandamientos para revisar el coche en el 2017

 

¿Cuáles son tus propósitos para este año nuevo que ya ha empezado? Si vas a dejar de fumar, apuntarte al gimnasio o aprender un idioma nuevo, ¿por qué no comprometerte a cuidar más tu coche durante este año? Es tu medio de transporte y conviene mantenerlo como se merece.  Así nunca te dejará tirado y conservará sus prestaciones como el primer día.

Cinco mandamientos para el cuidado de tu vehículo

Con el año ya avanzado, nunca es tarde para ponerte al día con los cinco mandamientos más importantes para el cuidado y revisión del coche. ¡Apunta y cúmplelos!

1.- Conducir con una velocidad constante.

El tipo de conducción al volante, agresiva, con acelerones o frenazos bruscos puede hacer que tu coche sufra, tanto en sus amortiguadores y neumáticos, como en la mecánica del coche. Además, gastarás más combustible.

Si quieres que el motor esté en buen estado y no te arruines con el carburante para el coche, lleva a cabo una conducción constante, reduce la velocidad cuando la vía te lo pida y ten en cuenta obstáculos, badenes y demás elementos de la red viaria de circulación.

2.- Nivel de aceite y líquido refrigerante

Periódicamente debes revisar el nivel del aceite o filtro del motor del coche. Este dato te lo indicará el manual de tu vehículo, ya que dependerá del rendimiento técnico del aceite y de las características del motor.

Como datos estimativos, para los vehículos fabricados antes del año 2.000, se aconseja cambiar el aceite cada 7.500 o 15.000 kilómetros. Para los vehículos fabricados después del 2.000, el periodo para realizar el cambio puede oscilar entre los 15.000 o 30.000 kilómetros.

Además, el nivel del líquido refrigerante del motor cobra una especial importancia, sobre todo en vehículos con una cierta antigüedad. Comprueba que siempre cuentas con líquido refrigerante.

3.- Neumáticos

Controlar el estado de los neumáticos es vital porque son los elementos que te adhieren al terreno y garantizan tu seguridad al volante. Así como el resto de elementos de tu coche, recuerda que de vez en cuando es recomendable que controles la presión de los neumáticos y la profundidad del dibujo de los mismos. Para saber cuándo tienes que cambiarlos, déjate asesorar por los profesionales en el mantenimiento y cuidado integral del vehículo.

4.- Dispositivos de señalización

En ocasiones, no tenemos en cuenta el correcto funcionamiento de los elementos de señalización de nuestro coche y creemos que durarán eternamente. Es muy importante comprobar que funcionan bien tanto las luces de posición como de cruce,  así como el sistema de frenado, vital para una conducción segura en las carreteras. También, es esencial verificar que los intermitentes derecho e izquierdo lucen de manera adecuada. Si detectas que algunos de los dispositivos de señalización no funcionan bien, cámbialos tú mismo o déjate ayudar por un mecánico.

5.- Mantenimiento interior y exterior del coche

Si te cuidas y te preocupa tu estado físico, haz lo mismo con tu coche, tanto por fuera como por dentro. Lava el automóvil cada dos semanas y preocúpate por mantener lo mejor posible la tapicería, lunas o el salpicadero. Si convives varias horas al día con tu coche, evita comer o beber dentro del mismo. Las migas o posibles caídas de líquidos provocarán manchas que son difíciles de eliminar. Ah! Y si eres fumador, recuerda tirar diariamente las colillas acumuladas en el cenicero. Si no quieres respirar un ambiente cerrado, la higienización del aire de tu vehículo (Air Care) es una opción muy buena que te permitirá que respires un ambiente limpio dentro del automóvil.

Es fácil, no te costará nada cumplir estos simples consejos de mantenimiento para 2017.  Proponte estas nuevas metas con tu vehículo y consigue mantenerlas durante este año. Las personas que te acompañen en viajes y tú mismo, agradeceréis tener un coche en las mejores condiciones posibles.

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MetaDescription: 5 consejos y propósitos para mantener y cuidar tu coche durante el año 2017

MetaTitle: Propósitos con tu coche para el 2017

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Pasos para medir la presión de los neumáticos de coche

Pasos para medir la presión de los neumáticos de coche

Los neumáticos son una parte vital de nuestro vehículo que afecta de forma directa a la seguridad en la conducción, ya que son las únicas piezas que ponen en contacto el coche con el suelo de la vía.

No descuides la presión de las ruedas del coche.

Cuando los neumáticos no están bien inflados se calientan más, y por tanto pierden bastante capacidad de carga.

Además, al estar más caliente se produce mayor fricción y el coche consume más combustible. El calentamiento excesivo del neumático provoca que éste comience a deformarse rápidamente, viéndose afectada toda la arquitectura del mismo y existiendo el riesgo de un reventón.

Otra consecuencia negativa de una presión insuficiente de la rueda es la disminución del control del vehículo por parte del conductor.El buen estado de las llantas y la correcta presión de inflado son factores que están estrechamente relacionados.

No llevar una presión adecuada puede producir deformaciones en el neumático, así como desgastes antes de tiempo. Por esta razón debemos controlar todos los meses la presión de los neumáticos del coche, incluyendo la rueda de repuesto.

 ¿Cuál es la presión recomendada que deben llevar mis neumáticos?

La que recomiende el fabricante en el libro de instrucciones del automóvil, ya que la presión de neumáticos según la marca puede variar considerablemente.

La unidad de medida de la presión de las ruedas más utilizada es la medida en psi (libra por pulgada cuadrada).  Generalmente los turismos ligeros suelen llevar una presión recomendada comprendida entre los 28 a 30 psi.

El medidor de la presión de los neumáticos es un manómetro. Puedes adquirirlo o dirigirte a la estación de servicio más cercana que tengas en el momento. Lo normal es que todas las estaciones de servicio tengan una zona delimitada para agua y aire.

Los neumáticos suelen perder presión con el paso del tiempo. La  revisión de la presión de los neumáticos debe hacerse cuando creas que las ruedas pueden perder aire producida en ocasiones por una válvula en mal estado, una rueda metálica dañada o un pinchazo.

Por otro lado, una presión excesiva en las llantas reduce la vida útil de la misma, disminuye la adherencia al suelo y el control del coche por parte del conductor se ve dificultado.

Convencidos de la importancia que tiene revisar la presión de los neumáticos, te explicamos los pasos a seguir

Como medir la presión de forma correcta.

  • La presión de los neumáticos se mide en frío. Asegúrate de que tus neumáticos estén fríos, y que por ende no has recorrido muchos kilómetros antes de medir la presión.
  • Para el motor, activa el freno de mano y bájate del coche.
  • Quítale el tapón a cada una de las ruedas, sin olvidar la de repuesto. Suelen ser oscuros y están en la parte interior de las llantas. Asegúrate de guardar todos los tapones bien para no perderlos.
  • Coge la manguera de la máquina de aire y engánchala al pitorro del neumático. Hazlo de forma delicada pero presta atención en que la manguera llegue hasta el final del pitorro.
  • Mira la máquina de aire para conocer la presión de cada uno de los neumáticos.
  • Compara estas cifras con la tabla de presión de neumáticos que recomienda el fabricante de tu coche.
  • Si las cifras están por debajo, debes introducir aire. Si están por encima deberás quitarlo.
  • Como ves, medir la presión de los neumáticos se trata de una tarea bien sencilla pero de vital importancia para la seguridad vial, la vida útil de las ruedas y otras piezas del vehículo, así como una forma más de evitar el consumo excesivo de carburante.