Ya ha llegado el invierno y es el momento de repasar las prácticas que debemos tener en cuenta para garantizar una conducción segura durante estos meses en los que el clima es más complejo.

  • Primer arranque. Con las bajas temperaturas, los vehículos suelen tener problemas a la hora de arrancar por las mañanas. En este caso lo más recomendable es, una vez activamos el contacto, pisar el embrague y activar la llave. Si no arranca a la primera, volveremos a desactivar el contacto y a los pocos segundos volveremos a intentarlo. Es siempre mejor hacerlo poco a poco que dejar el contacto puesto durante mucho rato, para evitar daños en el motor.
  • Luces encendidas. Durante esta estación, además de que anochece antes, suele haber niebla, lluvia o incluso nieve, por lo que la visión puede verse dificultada. Por este motivo es importante, tanto de día como de noche, llevar las luces puestas, con el fin no solo de ver mejor, sino también para que el resto de conductores vean nuestro vehículo de forma correcta.
  • Climatización. En esta época también estamos acostumbrados a encender la calefacción para aumentar la temperatura del vehículo. Sin embargo, es recomendable mantener una temperatura estable, no demasiado elevada, para que el conductor se encuentre lo más cómodo posible. Además, sobre todo para trayectos largos, es siempre más recomendable quitarse el abrigo, así facilitaremos el movimiento y nos encontraremos más ligeros durante la conducción.
  • Uso correcto de las marchas. Siempre se recomienda usar marchas largas como medida de ahorro, pero cuando nos encontramos con hielo o nieve esta recomendación adquiere mucho más significado, ya que facilita su deslizamiento.
  • Velocidad moderada. Si durante el recorrido encuentras zonas con hielo o barro procura controlar la velocidad para evitar que los neumáticos patinen. Mantener una velocidad estable ayudará también al resto de conductores, facilitando la fluidez en la vía.
  • Evita los adelantamientos. Con los climas más extremos es recomendable olvidar los adelantamientos, sobre todo cuando viajamos por áreas con la calzada mojada o embarrada. Durante este proceso, al aumentar la velocidad podemos perder el control del vehículo.
  •  Pese a la prevención en la conducción, desde diversos organismos oficiales se recomienda llevar una serie de elementos que ayudarán en caso de necesidad. Entre ellos, batería externa para el móvil, una manta, kit de primeros auxilios, barritas energéticas, agua y una linterna.

En definitiva, para garantizar una conducción segura durante el invierno lo único que necesitamos en realidad es sentido común. Mantener una velocidad apropiada, llevar las luces encendidas, evitar movimientos brucos y preparar un pequeño kit de emergencias hará que nuestros viajes sean igual de seguros que durante el resto del año.

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