La llegada de altas temperaturas influye de forma determinante en muchos de los elementos del vehículo. El verano supone siempre un mayor desgaste del estado del coche en general y por eso es importante cuidar el coche más que nunca en la estación estival.
Te contamos cuáles son los elementos de tu vehículo en los que puede incidir más el sol y cómo puedes combatir el calor en el coche:
Más averías para el coche
No es extraño que el periodo estival sea la época del año en la que más averías se producen. Según datos arrojados por un estudio del Real Automóvil Club de España, el verano pasado los problemas mecánicos aumentaron un 60% durante la última semana de junio y la primera quincena de julio.
Muchas de las averías que se producen en los coches durante los meses más calurosos del año están relacionadas con problemas en el sistema de climatización y con la recarga del aire acondicionado; para evitarlas, es mejor no usar el sistema de refrigeración de forma abusiva y constante. Al arrancar el vehículo podemos abrir las ventanillas y encender el aire acondicionado sólo cuando la temperatura interior se haya igualado con la exterior. Recuerda revisar el sistema de climatización y recarga el aire, si es necesario.
Estado de los neumáticos
Los neumáticos sufren sobre calentamiento con las temperaturas y velocidades altas. Es importante controlar la presión de los mismos, ya que si está en niveles bajos, la banda de rodadura se calentará mucho más.
Las altas temperaturas acumuladas en la calzada incrementan en gran medida el riesgo de sufrir un pinchazo. Lo ideal es que revises la presión de los neumáticos cuando estén en frío. Si no fuera posible, y tienes que comprobar la presión en un área de servicio tras haber rodado y con los neumáticos calientes, lo recomendable es agregar 0,2 o 0,3 bares a la presión recomendada por el fabricante. Un vez vuelvas a tener el neumático en frío, deberías volver a verificar la presión del mismo.
Deterioro de la pintura
La pintura de la carrocería pierde luminosidad por el impacto del sol y las altas temperaturas. Para evitar este deterioro estético conviene lavar el coche a menudo y aplicar alguna cera que absorba los rayos ultravioletas.
Para evitar estos daños en la pintura y que el habitáculo del coche se convierta literalmente en un horno, hay que intentar aparcar siempre en la sombra y utilizar un parasol en el parabrisas delantero.
Lucha contra el calor en tu medio de transporte diario para evitar averías o golpes de calor en el coche. Por tu seguridad en el interior del vehículo, evita las horas de mayor sol y haz paradas cada 2 horas en caso de viajes largos en la carretera.