La mayoría de los vehículos modernos cuentan con diferentes opciones de conducción para adaptar la respuesta de éstos a las condiciones de la vía o a los gustos de quien va al volante. De esta forma, por ejemplo, podemos poner en marcha una conducción que favorezca la adherencia de los neumáticos en una calzada mojada o helada, el modo SUV, con el que caminar por terrenos más abruptos, o la opción ECO, con la que estaremos contribuyendo a una marcha eficiente en cuanto a recursos energéticos y contaminación.
Desde Midas tenemos como máxima acompañar a las personas durante la transición energética de la movilidad. Por ello, en este post te vamos a contar las claves para que se le dé el máximo partido al modo de conducción ECO:
¿Qué es el modo de conducción ECO y cuáles son sus beneficios?
El modo ECO del vehículo es una función que responde al aprovechamiento de los recursos energéticos del mismo. Esto es posible gracias a que introduce ciertas restricciones en los sistemas del vehículo como, por ejemplo, ralentizar la respuesta del acelerador, cambiar algunos ajustes de la caja de cambios o en el sistema de climatización.
Esta eficiencia de los sistemas internos del automóvil repercute en una menor demanda de combustible, impactando positivamente tanto en los niveles de emisiones contaminantes, como en el bolsillo del conductor. De hecho, el modo ECO permite reducir entre un 10 y un 20% el consumo del carburante. Es más que evidente su relación directa sobre el ahorro en términos monetarios y en las emisiones de CO2, ¿verdad?
¡Ojo! A pesar de que la idea de gastar menos dinero es muy atractiva (arañar unos euros siempre está bien), el compromiso de algunas prestaciones del vehículo nos lleva a un uso responsable y con medida. Como todo en esta vida, los extremos no son buenos.
¿Cuándo es recomendable activar el modo de conducción ECO?
El “hábitat natural” del modo de conducción ECO es la ciudad. La conducción en las grandes urbes normalmente no requiere respuestas exigentes del motor. Por ejemplo, es poco frecuente que tengamos que acelerar de forma repentina ni circular a altas revoluciones, momentos en los que se requiere una gran demanda de energía por parte de los sistemas internos del vehículo.
La conducción por ciudad, por tanto, permite sacar el máximo partido a las ventajas del modo ECO, tanto en términos de ahorro de combustible, como en el de las emisiones de CO2, contribuyendo así a aliviar la congestión habitual de los núcleos urbanos.
De este modo, utilizar el modo de conducción ECO en viajes interurbanos o grandes desplazamientos es una idea que debemos desterrar. Al contrario de lo que pudiese parecer, usar el modo ECO en viajes largos no implica ahorro en combustible ya que sin poder alcanzar velocidades óptimas para este tipo de trayectos tendremos que repostar más de lo previsto al estar más tiempo en la carretera.
Como decíamos antes, el modo de conducción ECO restringe algunas de las prestaciones del motor en beneficio del ahorro energético del vehículo. Por ello, es vital un uso responsable de esta conducción para no comprometer el estado de salud de los diferentes componentes de tu coche.
Esperamos que con este post hayamos conseguido presentar de forma clara los beneficios de este modo de conducción sostenible y respetuoso con el medioambiente. Recuerda que nuestros equipos siempre están a tu disposición para responder a cualquier inquietud, ya sea sobre la activación del modo de conducción ECO de tu vehículo o sobre cualquier otra cuestión.
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