Las ultimas normativas de emisiones han causado la necesidad de idear diferentes formas de reducir los gases contaminantes, sobre todo de los vehículos diésel. El uso de dispositivos de reducción catalítica, más comúnmente llamado AdBlue, se ha estandarizado como solución a este problema debido a sus características que ayudan a reducir de forma significativa el impacto medioambiental.

Conocer la composición y uso del AdBlue es crucial para un buen cuidado del vehículo. Por este motivo, nuestros expertos de Midas van a explicar y solucionar las principales dudas que este líquido genera en los conductores.

¿Qué es el Adblue y para qué sirve?

Es un líquido incoloro e inodoro que posee propiedades no tóxicas e ininflamables. El AdBlue está compuesto principalmente por agua desionizada y urea, resultado de una reacción química derivada de la combinación de amoníaco y gas natural. Su función primordial radica en asistir a los motores de los vehículos diésel en la reducción de emisiones de gases contaminantes. Con este propósito, se realiza su inyección en el sistema de escape de los motores, de manera que favorezca la descomposición de partículas NOX (óxidos de nitrógeno) en elementos menos perjudiciales como el nitrógeno y el vapor de agua. Este proceso se lleva a cabo mediante el catalizador SCR (catalizador de reducción selectiva, en inglés). De este modo, además de mejorar la calidad del aire, se contribuye a la disminución del consumo de combustible y al incremento del rendimiento del motor.

¿Desde cuándo se emplea el Adblue?

En el año 2014 los representantes de los distintos países de la Unión Europea aprobaron la entrada en vigor de la norma Euro 6, que legisla los límites de emisiones de combustión interna para los nuevos vehículos vendidos en los estados miembros. Además, esta ley obliga a los vehículos de gasóleo a emitir menos gases contaminantes a la atmosfera. Con la implantación de esta medida comienza la estandarización del uso del AdBlue como elemento crucial dentro del mundo del motor.

¿Cuál es la vida útil del AdBlue?

Es una de las dudas más comunes, especialmente debido a la necesidad de comprender si se requiere llevar a cabo algún tipo de mantenimiento. En primer lugar, resulta fundamental aclarar que el AdBlue experimenta un agotamiento progresivo a medida que se recorren kilómetros. El consumo de este compuesto en los vehículos diésel puede variar en función del modelo, si bien se estima que el promedio oscila entre 1,5 y 3 litros cada 1.000 kilómetros. Por ende, se recomienda rellenar el depósito de AdBlue en un rango comprendido entre los 5.000 y 20.000 kilómetros. En las revisiones en nuestros talleres Midas, nos aseguramos de comprobar el estado del tanque y en caso necesario, rellenarlo.

¿Cómo se recarga el AdBlue?

No existe una forma genérica de recargar el AdBlue ya que dependerá del modelo de coche y el año de fabricación. En los coches más modernos el acceso al tanque de AdBlue suele encontrarse junto a la zona de recarga del bidón de gasoil, aunque marcado en color azul para diferenciarlo. En los coches más antiguos el acceso se puede encontrar en dos lugares diferentes, ya sea en la parte trasera del coche en el maletero o todo lo contrario en la parte delantera del coche, debajo del salpicadero junto al motor.  En nuestros talleres Midas, tienes a tu disposición siempre que lo necesites el servicio de rellenado del depósito de AdBlue, donde nuestros expertos se encargaran de todo el proceso para poner a punto el vehículo.

¿Pasa algo si no uso el AdBlue?

Como se ha mencionado anteriormente, el AdBlue es un elemento crucial y obligatorio en los coches diésel. Esto significa que, en el caso de que el líquido se acabe, los sistemas detectarán la falta del mismo e impedirán que el vehículo arranque hasta que se rellene el bidón. En el caso de que se acabe el AdBlue en mitad de un trayecto en carretera, los sistemas no detendrán el vehículo en marcha. Es posible conducir sin AdBlue, tras someter al vehículo por una manipulación que emula que el tanque está lleno, sin embargo, esto es una práctica completamente desaconsejada. No solamente porque el vehículo estará emitiendo un mayor número de gases contaminantes con su consecuente impacto medioambiental, sino también, porque en caso de que se detecte esta manipulación al pasar la ITV, puede suponer un delito que alcanza sanciones de hasta 20.000€.

Normalmente, el depósito se suele vaciar cerca de las fechas de mantenimiento oficiales, pero esto puede variar dependiendo del uso y kilómetros. De ahí la importancia de asistir a las revisiones anuales. En los talleres de Midas, te daremos el mejor asesoramiento y revisión del vehículo donde nos encargaremos de comprobar también los niveles de AdBlue para que se encuentren siempre el tanque lleno y garantizar así una condición optima y segura.

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