El desplome de las temperaturas durante los meses de invierno nos obliga a prestar especial atención al estado de nuestro vehículo. Las heladas, junto con la lluvia y la llegada de los primeros copos, afectan al rendimiento de algunos sistemas de nuestro coche. Además, con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, es importante ponerlo a punto para disfrutar sin incómodas sorpresas de los encuentros con la familia y los seres queridos.

En este post de Midas, te damos algunos consejos para que puedas seguir utilizando tu coche como siempre, incluso con frío:

Espera a que el vehículo coja temperatura

Cuando arranques el coche por primera vez, te aconsejamos que esperes un par de minutos antes de iniciar la marcha. Si el vehículo ha estado expuesto durante un largo periodo de tiempo (por ejemplo, toda la noche) a temperaturas muy bajas y se pone en movimiento al poco de encender el motor, podrías poner en riesgo algunos de sus componentes. Al coche, al igual que a nosotros, le puede costar un poco más “despertarse” y ponerse en funcionamiento durante el invierno. Por ello, lo mejor es arrancarlo y dejar que el motor, el aceite y los líquidos cojan temperatura. Además, estos minutos extra, seguro que también te vienen bien a ti para entrar en calor.

Supervisa los niveles de los líquidos

El refrigerante y el aceite son los líquidos que en invierno deben estar más controlados, ya que tienen un papel fundamental en el cuidado del motor. De hecho, el líquido refrigerante actúa como anticongelante. De ahí que sea vital supervisar su nivel, ya que, si apuramos hasta el final, puede tener consecuencias para el coche, especialmente en invierno.

Otro líquido al que quizás no les prestamos la atención que requiere en invierno es el del limpia parabrisas. Es importante que controlemos tanto su nivel como su estado para asegurarnos de que no se ha congelado y funciona correctamente.

Cuida de los elementos externos del vehículo

Las heladas pueden jugarnos alguna mala pasada también en los elementos externos del vehículo, como en las lunas y los limpiaparabrisas. Un cambio brusco de temperatura en el vidrio puede hacer que se agriete. Por ello, es importante no encender al máximo la calefacción ni verter agua caliente sobre el cristal cubierto de hielo. Lo mejor es un calentamiento progresivo, y si la escarcha es gruesa, puedes ayudarte de un raspador. ¡Ojo! Utiliza un utensilio específico para el limpiado del cristal y realiza la limpieza con movimientos horizontales.

¡Un último consejo! Si eres de los que tiene que aparcar el coche en la calle, te recomendamos dejar los limpiaparabrisas levantados para evitar que se queden pegados a las lunas (tanto los delanteros como los traseros)

Verifica el estado de los neumáticos

Es importante que el estado de salud de nuestros neumáticos sea óptimo durante todo el año, pero en invierno aún más con el fin de garantizar una buena adherencia al asfalto durante los días de lluvia o nieve. Solo tienes que seguir estos tres sencillos pasos: comprueba que el dibujo de tus ruedas no esté desgastado (no siendo inferior a los 3 milímetros); que la presión sea la recomendada por el fabricante y que no haya ninguna grieta o malformación. Con todo esto en orden, ¡el trayecto irá sobre ruedas!

Estos son algunos de los consejos para llevar a cabo un correcto mantenimiento de tu vehículo durante los meses de invierno. Los profesionales de la red de talleres de Midas aconsejan mantener durante todo el año un estado de nuestro medio de transporte apropiado para poder utilizarlo sin ningún problema en cualquier momento.

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