El cambio de neumáticos es una de las tareas más fundamentales y esenciales dentro del mantenimiento regular de cualquier vehículo, ya que son el único punto de contacto directo entre el coche y la carretera. A pesar de su importancia, muchas personas no le prestan la atención que merece, y en especial, desconocen la relevancia de seleccionar neumáticos cuya equivalencia corresponda a los que originalmente equipaba el vehículo al salir de fábrica. Elegir neumáticos adecuados no solo afecta el rendimiento y la eficiencia del coche, sino que también juega un papel crucial en la seguridad del conductor y los pasajeros, además de tener implicaciones legales importantes. Por eso, desde Midas te explicamos en detalle por qué tener en cuenta la equivalencia de los neumáticos es crucial, cómo hacerlo correctamente y cómo verificar si cumplen con la homologación establecida en la legislación vigente.
¿Qué es la equivalencia de neumáticos?
La equivalencia de neumáticos consiste en mantener un diámetro exterior y características lo más cercanas posible a las del neumático original. En otras palabras, hace referencia a la necesidad que las ruedas que montan nuestro vehículo sean homogéneas a las que montaba originalmente. Por tanto, al cambiar los neumáticos de un vehículo, es esencial que estos mantengan una equivalencia con los originales en términos de tamaño, capacidad de carga y categoría de velocidad.
¿Por qué elegir neumáticos equivalentes?
Mantener esta equivalencia garantiza que el coche conserve su comportamiento en carretera, asegurando una conducción segura y eficiente. Esto es importante, ya que cualquier desviación significativa en la equivalencia de neumáticos puede afectar la estabilidad, el consumo de combustible y la precisión del velocímetro.
El Real Decreto 2822/1998 establece que los neumáticos con equivalencia deben tener un diámetro exterior que no difiera más de un 3% del neumático original. Además, deben respetar los códigos de velocidad y la capacidad de carga indicados por el fabricante del vehículo en la ficha técnica o tarjeta ITV. Si los neumáticos no cumplen con estas normativas, no solo se compromete la seguridad del vehículo, sino que además podría tener problemas durante la inspección técnica o ITV.
¿Cómo elegir neumáticos equivalentes?
Conocer la equivalencia de los neumáticos puede parecer complicado, pero siguiendo una serie de pasos sencillos puedes asegurarte de realizar la elección correcta. Lo primero que debes hacer es revisar la tarjeta de inspección técnica de tu coche, donde encontrarás información crucial como las dimensiones del neumático original, la capacidad de carga y la categoría de velocidad recomendada por el fabricante del vehículo.
Por ejemplo, si tu coche usa neumáticos con medidas 205/55 R16, una equivalencia de neumáticos podría ser 215/50 R16, siempre que respete la capacidad de carga y el código de velocidad. Cada número tiene un significado especial:
- 205: Ancho del neumático en milímetros.
- 55: Relación de aspecto (porcentaje de la altura respecto al ancho).
- R16: Diámetro del rin en pulgadas.
Existen tablas de equivalencia de neumáticos que te ayudan a identificar qué otras medidas son compatibles con tu coche.
Ancho | Relación de aspecto | Diámetro Rin | Equivalencia 1 | Equivalencia 2 | Equivalencia 3 |
195 | 65 | R15 | 205/60 R15 | 215/55 R15 | 187/70 R15 |
205 | 55 | R16 | 215/50 R16 | 225/45 R16 | 195/60 R16 |
225 | 45 | R17 | 235/40 R17 | 245/35 R17 | 215/50 R17 |
235 | 40 | R18 | 245/35 R18 | 255/30 R18 | 225/45 R18 |
245 | 35 | R19 | 255/30 R19 | 265/25 R19 | 235/40 R19 |
Comprueba la homologación de tus neumáticos
Cada vehículo tiene especificaciones técnicas precisas, como el tamaño, el índice de carga, el índice de velocidad y las características del neumático, que están homologadas por el fabricante.
Estas especificaciones aseguran que los neumáticos seleccionados se ajusten adecuadamente a las condiciones de funcionamiento del vehículo, ofreciendo el rendimiento para el que fue diseñado. La homologación toma en cuenta factores como el peso del coche, la potencia del motor, el tipo de tracción, la velocidad máxima y las características de manejo.
Antes de instalar nuevos neumáticos, es recomendable consultar con un profesional o utilizar herramientas en línea para verificar la equivalencia de los neumáticos. De este modo, evitarás problemas y te asegurarás de que los neumáticos que has elegido son adecuados y legales. Finalmente, recuerda que las llantas también deben ser compatibles con los neumáticos seleccionados, ya que un mal ajuste podría afectar gravemente la seguridad y el rendimiento del coche.
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