El líquido de frenos juega un papel determinante en la seguridad de nuestro coche ya que, gracias a este elemento, los frenos realizan su cometido cuando el conductor pisa el pedal transmitiendo la fuerza necesaria.

En ocasiones,  podemos notar que el pedal de freno está más bajo de lo habitual o presenta un tacto diferente. Este sería uno de los principales avisos de que el líquido de frenos puede estar degradado. Mantenerlo en buen estado es primordial para garantizar una conducción segura. Por ello, te indicamos cuando se debe revisar el líquido de frenos.

¿Cuando hay que cambiar el líquido de frenos?

Las condiciones medioambientales hacen que el líquido se deteriore con el paso del tiempo; la humedad acelera este proceso y la temperatura necesaria para la ebullición del mismo suele verse reducida en un 10% cada año. Por esta razón es muy importante revisar y cambiar el líquido de frenos cada 2 años, si no antes.

Recuerda que en las revisiones de la ITV no prestarán atención a estas cuestiones, y por ello es fundamental que lo controles tú de forma regular.

Todo lo que debes saber para verificar el líquido de frenos

Si llevas tu coche al taller es muy probable en 5 minutos tengas el diagnóstico del estado del líquido de frenos y en 1 hora lo sustituyan. Si decides hacerlo por tu cuenta, tienes que saber unas cuantas cuestiones básicas:

  1. Ubicación: Para revisar el estado del líquido debes dirigirte al depósito ubicado en el capó del vehículo.
  2. Tipo de líquido: Cuando el líquido es nuevo es amarillento, pero con el paso del tiempo se vuelve marrón. Hay varios tipos de líquidos, pero el más común es el DOT4 y su punto de ebullición debe estar en 230 grados. Infórmate del tipo de líquido que usa tu vehículo para conocer las temperaturas necesarias para la ebullición.
  3. Nivel: Si el nivel del líquido está llamativamente bajo puede ser por mero desgaste, en el caso de que lleve tiempo sin cambiarse. También existe la posibilidad de que haya habido una fuga. Si fuese así, lo mejor que se puede hacer es poner el coche en manos de un profesional.
  4. Herramientas: Es necesario que dispongas de una probeta para coger una muestra del líquido e introducirlo en el comprobador de líquido. Es un dispositivo muy útil que también necesitarás para saber la temperatura a la que se encuentra el líquido. Si se encuentra por debajo de 190 grados, es necesario cambiarlo.
  5. Sustitución: Si quieres sustituir el líquido de frenos debes contar con un equipo específico según el procedimiento que vayas a utilizar. Existen varios métodos: por gravedad, succión y presión.

Recuerda que esta operación es importante para el sistema de frenado de tu vehículo y, por ende, vital para la seguridad. No obstante, te recomendamos que consultes con los expertos en automoción que te ayudará a revisar el estado de tus frenos. Si quieres saber cómo revisar el estado del líquido de frenos de tu vehículo de forma gratuita pulsa aquí.

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