Cómo afecta el calor a tu coche

Cómo afecta el calor a tu coche

La llegada de altas temperaturas influye de forma determinante en muchos de los elementos del vehículo. El verano supone siempre un mayor desgaste del estado del coche en general y por eso es importante realizar las revisiones y el mantenimiento adecuados en cada momento.

Aumentan las averías

No es extraño que el periodo estival sea la época del año en la que más averías se producen. Según datos arrojados por un estudio del Real Automóvil Club de España, el verano pasado los problemas mecánicos aumentaron un 60% durante la última semana de junio y la primera quincena de julio.

Muchas de las averías que se producen en los coches durante los meses más calurosos del año están relacionadas con problemas en el sistema de climatización o de aire acondicionado; para evitarlas es mejor no usar el sistema de refrigeración de forma abusiva y constante. Al arrancar el vehículo podemos abrir las ventanillas y encender el aire acondicionado sólo cuando la temperatura interior se haya igualado con la exterior.

El motor pierde potencia

Uno de los inconvenientes más importantes asociados al calor es la pérdida de potencia del motor, llegando a reducirse hasta en un 15%. El aire caliente lleva menos oxígeno y el combustible tarda más en quemarse.

La pérdida de potencia también se produce por el uso del aire acondicionado o el climatizador.

Para hacer frente a este problema es necesario tener en buen estado las bujías y los filtros de aire.

Los neumáticos se calientan

Los neumáticos sufren sobre calentamiento con las temperaturas y velocidades altas. Es importante controlar la presión de los mismos, ya que si está en niveles bajos, la banda de rodadura se calentará mucho más.

Las altas temperaturas acumuladas en la calzada incrementan en gran medida el riesgo de sufrir un pinchazo.

Los frenos se desgastan más

Los frenos también se calientan más de lo normal durante el verano. Antes de emprender cualquier viaje hay que asegurarse de que el líquido refrigerante realice bien su función y de que no existan pérdidas del mismo por ningún sitio. De lo contrario, el coche frenará mal y los discos pueden llegar a deformarse.

La pintura se deteriora fácilmente

La pintura de la carrocería pierde luminosidad por el impacto del sol y las altas temperaturas. Para evitar este deterioro estético conviene lavar el coche a menudo y aplicar alguna cera que absorba los rayos ultravioletas.

Para evitar estos daños en la pintura y que el habitáculo del coche se convierta literalmente en un horno, hay que intentar aparcar siempre en la sombra y utilizar un parasol en el parabrisas delantero. También puedes usarlo en el trasero, así como utilizar protectores para que tu volante no se caliente.

Todos los problemas del coche asociados al calor pueden combatirse con pequeños trucos y sobretodo con una buena puesta a punto. Y tú ¿qué haces para mantener tu coche en verano?

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MetaDescription: Partes del coche que pueden verse dañadas y afectadas por el calor y altas temperaturas en los meses de verano

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MetaKeywords: Las altas temperaturas y calor del verano pueden influir en el estado y mantenimiento del coche

Title: Cómo afecta el calor al coche en verano

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Cómo cuidar el filtro de aire de tu coche

Cómo cuidar el filtro de aire de tu coche

El buen estado del filtro de aire es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema de climatización de tu vehículo, ya que es el lugar por donde éste respira y limpia el aire.

Su función se centra precisamente en depurar el aire, filtrando las partículas de polvo y polen que entran del exterior, y también las partículas que provienen de la propia combustión del motor. Por tanto, el estado del filtro de aire está muy relacionado con la vida útil del motor, el rendimiento del vehículo y la salud de los ocupantes del mismo.

Por estas razones es imprescindible realizar un mantenimiento regular del filtro de aire para conservarlo limpio, así como proceder a su sustitución cuando sea necesario. Si sigues al pie de la letra los siguientes pasos, el filtro de tu coche funcionará siempre de forma óptima:

1.   Revisa el filtro de aire

Es una tarea muy sencilla que puedes llevar a cabo en cualquier momento, sobre todo si has transitado por zonas o terrenos muy contaminados que hayan podido acelerar el proceso de deterioro. Es recomendable realizar esta verificación al menos cada 6 meses o cada 6.000 kilómetros.

El filtro de habitáculo, de aire o de polen se encuentra cerca del motor, ubicado normalmente en una caja negra de plástico, de la cual sobresale un tubo de plástico grueso. En el manual de usuario de tu vehículo podrás ver en qué parte se encuentra exactamente el filtro. En los coches más antiguos suele ser redondo y está encima del motor; en los modelos más nuevos suele tener forma rectangular y encontrarse a ambos lados del motor. En cualquier caso, debes quitar los ganchos que sujetan la tapa de la caja y prestar mucha atención a los pliegues de papel del filtro. Éstos son los que te darán información sobre la suciedad acumulada y sabrás qué paso debes seguir a continuación.

2.   Limpia el filtro de forma regular

Si al revisar el filtro has observado restos de polvo, insectos, polen u otras impurezas ha llegado la hora de limpiarlo.

Usa un destornillador para sacar el filtro de su sitio. Después es conveniente que lo sacudas para que se desprenda gran parte de la suciedad, para proceder posteriormente a una limpieza más minuciosa usando un aspirador. Aspira también por el interior de las cámaras en donde va instalado el filtro y límpialas suavemente después con un trapo húmedo.

3.   Sustituye el filtro de aire

Si en la revisión observaste una cantidad de suciedad suficiente como para taponar el filtro -aunque sea de forma parcial- debes cambiarlo. Además, si ya limpiaste varias veces el mismo filtro debes saber que hay que cambiarlo cada 10.000 o 15.000 kilómetros aproximadamente, porque se termina deteriorando.

La periodicidad con la que se debe cambiar el filtro dependerá del modelo de vehículo, el uso que se le dé y las condiciones medioambientales a las que se vea sometido. Sin duda, un coche que atraviese constantemente caminos de tierra tendrá unos filtros mucho más desgastados que otro que circule por asfalto de forma habitual.

Antes de cambiar los filtros de aire del sistema de climatización de tu vehículo, asegúrate de que sean compatibles con el modelo y evita comprar los más baratos sin más. Tu salud y la de tu coche te lo agradecerán.