Los amortiguadores de coche forman parte del sistema de seguridad de un vehículo, ya que aportan estabilidad durante la conducción y cuidan de otras piezas del coche reduciendo los impactos que genera el movimiento sobre las mismas.

Gracias a estos dispositivos, los neumáticos se mantienen en contacto con la calzada y los movimientos de la carrocería son controlados con mayor facilidad. Por tanto, no solo afectan a nuestro confort, también a la seguridad.

Mantener los amortiguadores del coche en buen estado debería ser una prioridad para todos los conductores, pero lamentablemente no siempre se realizan los mantenimientos necesarios ni se toman medidas para alargar la vida útil de estas piezas tan necesarias.

Éstos son algunos de los comportamientos más comunes que suelen arruinar los amortiguadores de los coches:

1.   Sobrecargar el vehículo

Los amortiguadores de coche se estropearán antes si se portan cargas muy pesadas en el coche con frecuencia. Incluso podrían llegar a romperse si el peso depositado es excesivo.

2.   Circular por una vía en mal estado

Los vehículos que circulan por caminos de tierra llenos de baches y carreteras con muchos desniveles o badenes, tendrán los amortiguadores en mal estado de forma prematura.

3.   Conducir de forma brusca

Algunos conductores alcanzan velocidades demasiado altas para después reducir la velocidad de repente; realizar frenadas constantes en vez de dejar de acelerar paulatinamente es un mal hábito en la conducción. De esta forma, además de consumir más combustible, provocará que los amortiguadores estén en mal estado al frenar.

4.   Colocar unos amortiguadores inadecuados

Existen varios tipos de amortiguadores, y si se van a sustituir es necesario estudiar los que mejor van para cada modelo de vehículo.

malos habitos amortiguadores

5.   No realizar revisiones periódicas

Es muy preocupante que más de un 80% de los conductores no realice un mantenimiento periódico de los amortiguadores de su coche. Cómo saber si los amortiguadores están en mal estado, a veces es complicado de percibir, ya que su desgaste sueñe ser paulatino. Es necesario revisarlos una vez al año, o cada 20.000 kilómetros aproximadamente, dependiendo del uso y del vehículo. En cambio, si el coche es nuevo, podemos revisarlos cuando recorra sus primeros 50.000 kilómetros.

6.   No sustituir los amortiguadores a tiempo

Es una consecuencia del punto anterior. Los amortiguadores suelen cambiarse pasados los 90.000 kilómetros, aunque esta cifra es meramente orientativa ya que entran en juego muchos otros factores.

Si el conductor no cambia los amortiguadores cuando éstos se encuentran en mal estado, la estabilidad del coche se resentirá y otras piezas sufrirán también desgaste, generando averías tan graves como costosas de solventar.

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