La tecnología de los vehículos, como bien saben nuestros lectores de El Blog de Midas, es algo que va cambiando con el transcurso de los años, aunque hay algunas excepciones. Si bien es cierto que los componentes y materiales suelen cambiar a medida que se van descubriendo y fabricando materiales más duraderos y resistentes, el principio mecánico es el mismo.

Este es el caso de las suspensiones y los amortiguadores y ambos, son elementos muy importantes en nuestro vehículo, especialmente cuando circulamos por carreteras que no se encuentran en las mejores condiciones. Pero, ¿sabes exactamente cuáles son las diferencias y similitudes entre ambos elementos?  Hoy te contamos cómo funcionan y para qué sirven. ¿Te vas a quedar sin saberlo? ¡Sigue leyendo!

Principales diferencias entre las suspensiones y los amortiguadores

Suspensiones

Su objetivo es el de absorber las irregularidades de la carretera (sean resaltos, oquedades o socavones) y mantener el coche en un movimiento estable, constante y controlado. Entre todos los componentes con los que cuenta una suspensión, nos vamos a interesar por el resorte o muelle. Este es el encargado de absorber las irregularidades que nos encontramos conduciendo. La tensión de este permite al coche mantenerse estable, constante y bajo control, pues tiene la suficiente tensión y holgura como para salvar un socavón o un resalto. El inconveniente que tiene es que tarda mucho en volver a una situación de reposo, por lo que, si pasaramos por un bache muy grande, el coche seguiría rebotando una y otra vez hasta que este resorte fuese perdiendo la energía que le hace contraerse y expandirse. Es aquí donde aparecen los amortiguadores.

Amortiguadores

El amortiguador es un componente más de la suspensión. Su función no es ni más ni menos que la de controlar la expansión y retracción del resorte, para que este no siga su movimiento natural y mantener así el vehículo bajo control. El resorte está situado de tal manera que recubre el amortiguador y los dos funcionan como un solo componente.

En definitiva, el resorte absorbe los impactos de las irregularidades de la carretera y el amortiguador controla el movimiento de retracción y contracción del resorte.

A continuación, os mostramos dos gráficas, donde el eje X representa el tiempo y el Y la oscilación del resorte. La primera de ellas es una onda regular, que simula el movimiento de un resorte sin amortiguación. Como puedes ver, su movimiento es constante durante el tiempo y, a medida que alargásemos la gráfica, veríamos como se va aplanando y ensanchando la curvatura de la onda, hasta convertirse en una línea plana. La gráfica muestra entonces, el movimiento natural del resorte.

onda continua

Gráfica 1. Onda del resorte

Si aplicamos amortiguación a ese resorte, obtenemos una onda como la que vemos en la segunda gráfica. La oscilación de esta onda es mucho menor, ya que el movimiento del resorte se mitiga con la acción del amortiguador.

onda amortiguada

Gráfica 2. Onda del resorte con amortiguación

Si notas que tu vehículo no absorbe bien los resaltos o badenes, podría necesitar una revisión de la suspensión. En los talleres de Midas contamos con profesionales cualificados para resolver este tipo de inconvenientes. Así que, si estás pensando en hacer una revisión de la suspensión a tu vehículo, puedes pedir tu cita a través de este enlace.

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