Circular con los neumáticos del vehículo en mal estado es una de las principales causas de accidente por carretera en España. Recordemos que son el elemento en el que se apoya nuestro coche en la carretera, y que de ellos depende en gran parte nuestra seguridad.
El deterioro de los neumáticos también puede afectar al funcionamiento mecánico del automóvil y contribuye a aumentar el consumo de combustible.
Las condiciones meteorológicas adversas, las piedras, baches y cristales en la calzada o el rodaje del propio coche son factores que deterioran los neumáticos y que además no podemos evitar. Sin embargo, existen muchos otros factores humanos que aceleran el desgaste y la agresión que podemos combatir tomando consciencia de ellos para evitarlos. Esto es lo que los conductores no deben hacer para mantener los neumáticos de su coche en buen estado:
1. Conducir a velocidades altas
Es evidente que si las ruedas de un vehículo rozan o chocan con algún objeto, los daños en el neumático serán mucho mayores conduciendo a alta velocidad.
Además, conducir rápido aumenta la temperatura de los neumáticos; si aumentara de forma excesiva, la presión bajaría de forma radical generando riesgo de accidente por pérdida de control del vehículo.
2. Cargar con mucho peso el coche
En el flanco de las ruedas puedes comprobar el índice de carga máxima que pueden soportar. Se debe respetar siempre el peso que recomienda el fabricante. Si se supera, los neumáticos tienden a calentarse generando peligro de rotura de los mismos.
3. Llevar los neumáticos mal equilibrados
Si las ruedas tienen un peso desigual el desgaste será irregular. Esto puede provocar serios problemas de seguridad y una conducción incómoda.
4. Frenar de forma brusca
Las frenadas repentinas deben ser una opción de urgencia, no una forma de conducir. Además de ser una conducción peligrosa, desgasta mucho los neumáticos y lo hace de forma desigual.
5. Apurar los neumáticos
Alargar el uso de los neumáticos más de lo debido no es la mejor idea, ya que con el tiempo el relieve de los dibujos disminuye, en detrimento de la adherencia y la seguridad. La ley marca que la profundidad de los dibujos no debe ser inferior a 1,6 milímetros. En casos de lluvia o nieve este límite puede resultar insuficiente, ya que son estos relieves son los que permiten al neumático ir expulsando el agua.
6. No controlar la presión
Llevar una presión incorrecta afectará negativamente a la calidad de la conducción y a la frenada. Además, los neumáticos que lleven una presión inferior a la indicada por el fabricante se desgastarán antes; la presión excesiva también genera daños prematuros, reduciendo el agarre y desgastando de forma desigual los neumáticos.
Puedes visitar este post donde explicamos que presión deben llevar los neumáticos.
Controla regularmente el estado de las ruedas para detectar cualquier desgaste por envejecimiento, deformación o corte. En cualquier caso, si llevas más de 45.000 kilómetros andados, es conveniente que consultes con un profesional por si ha llegado el momento de cambiar los neumáticos ¡Consulta nuestro simulador de precios!
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