Todo aquel que tenga una moto sabe apreciar, aunque pueda pasar desapercibida en muchas ocasiones, una buena suspensión. Es cierto que el interés por la seguridad vial de los moteros se centra especialmente en el estado de los neumáticos, los frenos, líquidos… Sin embargo, es necesario tener muy presente un mecanismo tan importante como la suspensión. ¿Quieres saber por qué? ¡Sigue leyendo!
Por qué revisar la suspensión de tu moto
La suspensión de una moto no es solo un mecanismo de confort para el conductor, sino que también se trata de un elemento de seguridad que permite que las ruedas estén en contacto constante con el asfalto, para evitar las irregularidades de la superficie por la que circulamos. Además, la suspensión afecta a la estabilidad de la moto, no solo cuando circulamos, sino también cuando frenamos o aceleramos, encargándose de distribuir la masa que se genera durante este movimiento de manera que las ruedas se mantengan en todo momento en contacto con el suelo durante la mayor cantidad de tiempo posible y esta reaccione de manera correcta.
Cómo revisar la suspensión de tu moto
El tipo de suspensión que estamos acostumbrados a ver en la parte delantera de la mayoría de las motos es el de horquilla. Este formato – el más extendido, aunque no el único – está constituido por dos barras paralelas, así como muelles helicoidales y pistones de aceite.
Una de los primeros aspectos que debemos tener en cuenta para comprobar que nuestra suspensión está en perfecto estado, es descartar cualquier tipo de fuga, ya que los pistones de la horquilla pueden presentar grietas debido al paso del tiempo y a la suciedad acumulada. Además, las barras que conforman este elemento pueden rezumar aceite, que resultará muy peligroso para nuestra seguridad al poder alcanzar el disco o pastillas de freno y provocar incidentes en la frenada. En este caso, además de solucionar el problema de fuga, será necesario realizar un cambio de las pastillas para evitar problemas en el futuro.
En cuanto al aceite interior de la horquilla, es recomendable realizar un cambio cada cierto tiempo para evitar que pierda su viscosidad y que esto afecte a la firmeza y precisión de la suspensión. Algo que no ocurre con la trasera, ya que la mayoría son suspensiones de gas. Por este motivo, resultará mucho más complicado detectar fugas y será necesario recurrir a nuestro taller de confianza para una revisión de este elemento ante cualquier tipo de duda.
Al margen de estas recomendaciones principales, también será necesario tener en cuenta el tipo de trayecto que vamos a realizar y la cantidad de peso que soportará el vehículo, ya que, probablemente, será recomendable endurecer su compresión para evitar que podamos sufrir algún susto durante nuestro recorrido.
Como ves, una gran parte de la seguridad cuando viajamos en moto se debe al buen estado y funcionamiento de la suspensión delantera y trasera. Por ello, si notas que tu moto pierde estabilidad, en Midas tenemos un equipo de profesionales especializados que podrán ofrecerte solución y un presupuesto personalizado y sin compromiso.
Me pateó en fantásticos estos consejos.
Gracias. Un saludo.
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