Encontrarse con una llanta en mal estado puede ser una experiencia frustrante, especialmente si ocurre en medio del camino. Aunque lo más recomendable siempre es acudir a un profesional, en algunas situaciones de urgencia es posible que el propio conductor tenga que intervenir. Teniendo en cuenta las indicaciones adecuadas y realizando un poco de práctica, cualquier conductor debería poder cambiar una llanta paso a paso. Por ello, desde Midas queremos ayudarte a estar preparado para que puedas seguir tu trayecto con tranquilidad, incluso si sufres un imprevisto en la carretera.
¿Qué ocurre si la llanta está en mal estado?
Una llanta dañada compromete la estabilidad del coche, especialmente en maniobras bruscas o a altas velocidades. Si está deformada, agrietada o presenta algún defecto estructural, puede provocar vibraciones, pérdida de alineación o incluso el desprendimiento del neumático. Esto no solo pone en riesgo a los ocupantes del vehículo, sino también al resto de conductores en la vía. Además, una llanta en mal estado puede generar un desgaste irregular del neumático, lo que reduce su vida útil y obliga a reemplazarlo antes de tiempo.
Preparación previa: seguridad, ante todo
Antes de lanzarte a cambiar una llanta paso a paso, es esencial garantizar tu seguridad y la de quienes te rodean. Antes de nada, detente en un lugar seguro, lejos del flujo de vehículos. Ponte el chaleco reflectante y asegúrate de que el freno de mano esté activado.
Tras esto, activa las luces de emergencia y, , colócala sobre el techo del coche para que sea visible desde lejos. Este dispositivo, que sustituye progresivamente a los triángulos de señalización, permite alertar a otros conductores sin que tengas que salir del vehículo. Si no dispones de una, coloca el triángulo a una distancia prudente, siempre con extrema precaución.
Por otro lado, tener a mano el kit básico para cambiar una llanta paso a paso es indispensable. Asegúrate de llevar siempre en el maletero una llanta de repuesto, un gato hidráulico o mecánico, una llave de cruceta o de rueda, y si es posible, guantes y una linterna por si la maniobra debe realizarse de noche.
Instrucciones para reemplazar una llanta de manera segura
Una vez hecho esto, puedes comenzar con el proceso para cambiar una llanta paso a paso:
- Desinfla el neumático completamente: Antes de separar la llanta del neumático, asegúrate de que esté completamente desinflado. Si no lo haces, la presión interna puede provocar una liberación violenta de aire que cause lesiones.
- Separa la llanta del neumático: Haz palanca con cuidado en los bordes del neumático para ir soltándolo del aro metálico. Es importante aplicar fuerza, pero sin dañar ni el caucho ni la llanta. Este proceso se hace por ambos lados.
- Aplica lubricante si lo necesitas: Si el neumático está muy ajustado y cuesta retirarlo, puedes usar agua con jabón como lubricante. Esto reduce el esfuerzo necesario y ayuda a evitar desgarros o deformaciones en la goma o la llanta.
- Monta la nueva llanta: Coloca la llanta sobre una superficie firme y estable. Posiciona el neumático sobre ella y, con ayuda de palancas o desmontadores, ve introduciendo el borde del neumático en el aro, primero por un lado y luego por el otro, hasta que encaje completamente.
- Infla el neumático y verifica: Una vez montado, infla el neumático hasta la presión recomendada por el fabricante. Verifica que esté bien asentado en la llanta, sin fugas ni deformaciones, y ya estará listo para volver a rodar.
Revisar los neumáticos: una gran prevención
Saber cómo cambiar una llanta paso a paso es útil, pero evitar tener que hacerlo es aún mejor. Hay algunos hábitos que conviene adoptar para reducir el riesgo de sufrir un problema en carretera.
Por ejemplo, se debe revisar la presión de los neumáticos al menos una vez al mes y siempre antes de un viaje largo. Si la presión es demasiado baja, el neumático se aplasta más de lo debido y deja la llanta expuesta a golpes en los bordillos, baches o badenes. Con el tiempo, esto puede deformarla o incluso agrietarla. Por otro lado, si la presión es demasiado alta, el neumático pierde capacidad de amortiguación, lo que también puede transmitir impactos fuertes a la llanta y comprometer su estructura.
Sin duda, el buen estado de tus neumáticos es primordial para la seguridad de tu llanta, por eso debes revisarlos regularmente. En Midas, nuestros profesionales realizarán una revisión gratuita de tus neumáticos: inflado, desgaste, envejecimiento y geometría, en cualquier momento y sin cita previa. Ponemos a tu disposición diferentes marcas y precios para que puedas elegir la que más se adapta a tu conducción, a tu coche y a tu presupuesto.
Además, al comprar tus neumáticos en Midas te los inflamos sin coste cuando baje la presión y las reparaciones de los pinchazos también son gratuitas. Reserva tu cita.
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