Por fin llegan las vacaciones de verano, tan anheladas durante todo el año. Comienzan los preparativos para emprender un viaje en coche que nos desconectará unos cuantos días de la vida cotidiana.

Muchas personas son propensas a sufrir molestias y problemas de salud en trayectos que implican mucho kilometraje. Lo que podría ser una gran experiencia compartida, para muchos se convierte en un auténtico calvario.

Las dolencias más frecuentes durante los viajes largos suelen ser mareos, dolores de cabeza, vómitos y problemas de circulación. La fatiga, el calor y el cansancio afectan de forma muy distinta a los viajeros, según su sensibilidad o su estado de salud.

El movimiento del vehículo es percibido por los oídos, la vista, las articulaciones y la piel. Nos mareamos si las señales que recibe el cerebro a través de las distintas partes de nuestro organismo son incongruentes. Esto suele pasar cuando leemos durante un trayecto en coche: la vista capta un movimiento y una realidad distinta –el libro- a la que está percibiendo nuestra piel –movimiento hacia adelante-. Los mareos pueden generar un malestar general acompañado de náuseas.

Estar sentado durante mucho tiempo en estos viajes, puede generar problemas circulatorios en varias partes del cuerpo. A la larga también pueden desencadenar trombosis venosas, según indica la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV).

Veamos cómo hacer más amables los viajes, combatiendo todas estas molestias y reduciendo los riesgos:

1.   Hidratación

Asegúrate de viajar con suficientes líquidos para hidratarte a lo largo de todo el viaje. Los zumos, el agua o los batidos son una opción estupenda, no así las bebidas alcohólicas o el café.

2.   Paradas de descanso

Es necesario parar cada 200 km/h o cada dos horas, tanto para el conductor como para el resto de acompañantes. Es una oportunidad para repostar, estirar las piernas, refrescarse, comer y ¿por qué no? también para conocer algún punto de interés de la zona.

3.   Escoge bien la ropa

Es importante llevar ropa fresca y cómoda, evitando las prendas ajustadas y de materiales sintéticos no transpirables.

Llevar gorra o sombrero a mano nos ayudará a combatir insolaciones, así como la aplicación de crema solar nos protegerá la piel del sol. No te olvides de las gafas de sol para cuidar tus ojos.

4.   Controla tu postura

El trayecto será mucho más confortable si viajamos con los músculos relajados y evitamos las posturas artificiales, permitiendo una mejor circulación de la sangre. Procura hacer de forma regular ejercicios de flexión y extensión en brazos y piernas.

5.   Mira hacia adelante

Intenta viajar mirando siempre hacia el frente, evitando posturas contrarias a la dirección del vehículo. Siempre es mejor focalizar la mirada en aquellos puntos del paisaje que menos se muevan: una montaña o cualquier elemento lejano del horizonte.

6.   Consultar al médico

Las mujeres embarazadas o las personas con enfermedades cardiovasculares, respiratorias o con algún problema interno en el oído, deberían consultar a su médico antes de emprender un viaje largo.

Aplicando estas sencillas pautas tus viajes cambiarán por completo y podrás empezar a disfrutar de tus vacaciones desde el primer minuto.

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